Con la llegada del invierno y del frío, los procesos gripales están a la orden del día. La vitamina C, presente en frutas y verduras frescas, es sin duda la mejor aliada para combatir de manera natural, estos episodios así como cualquier otra infección respiratoria.

¿Las razones? Como apuntan los expertos, la vitamina C es fundamental para el buen funcionamiento del sistema inmunológico y para la síntesis de colágeno en el organismo, que sirve para fortalecer los vasos sanguíneos, la piel, los músculos y los huesos.

Por todo ello, desde la campaña de información y promoción 'I Love Fruit and Veg From Europa', se está fomentando el consumo de naranjas y otras frutas y verduras que contienen Vitamina C. Dicha campaña está promovida por las tres organizaciones de productores A.O.A., La Deliziosa y Terra Orti, cofinanciada por la Comisión Europea y dirigida a la elección de un consumo fresco, seguro, sano, sostenible y responsable.

UNA BARRERA PROTECTORA

Un dato interesante que cabe destacar a este respecto es que, durante la temporada 2020-2021, se llevan consumidos en el continente europeo, aproximadamente, 6,1 millones de toneladas de naranjas frescas y 3,4 millones de toneladas de mandarinas.

Los beneficios de consumir estos alimentos son claros ya que proporcionan una barrera protectora contra virus y bacterias y su consumo es muy sencillo, si adoptamos hábitos saludables. Además, gracias a su acción inmunoestimulante, la ingesta de la cantidad adecuada de vitamina C es especialmente útil en invierno. En estos casos, la vitamina C ayuda a aumentar las defensas inmunológicas bajas, reduciendo el riesgo de contraer gripe, resfriados y otras dolencias estacionales, una verdadera panacea para todo el cuerpo.

Otros beneficios asociados a su consumo tienen que ver con su característica antioxidante, la estimulación de las defensas del sistema inmunológico; o el aumento de la proliferación de glóbulos blancos, que defienden contra los patógenos. Asimismo, combate los radicales libres y el envejecimiento celular; promueve la absorción de hierro y otros minerales; reduce el daño causado por la ingesta de conservantes de alimentos; promueve la producción de colágeno; ayuda a eliminar las toxinas acumuladas con sustancias nocivas como el humo y la contaminación; protege la piel de los rayos ultravioleta; combate el estrés estimulando la producción de hormonas como las endorfinas; y reduce la fatiga, porque interviene en la síntesis de dopamina y adrenalina.

La vitamina C no solo puede encontrarse en las naranjas o mandarinas. También esta presente en otros alimentos como los pimientos picantes; grosellas negras; pimientos; kiwi; brotes; coliflor; tomates; cítricos; espinaca; lechuga; brócoli y rúcula.